miércoles, 4 de abril de 2012

Los perritos

¿Cómo es la vida de un perro? Muchos dirán que placentera… que solo se trata de jugar, comer y dormir; pero hay más que eso. Al igual que nosotros, personas (seres en teoría racionales), pueden nacer en “cuna de oro” o en la “dura calle”. Aún así, existen diferencias. No tienen la oportunidad de hablar y hacerse sentir, dicen mucho a través de sus expresiones y sobre todo de su dulce mirada.

Por instinto se juntan en “manadas” con un alfa, quien será el respetado por todos los que conforman este grupo de animalitos. Nosotros buscamos grupos sociales con tendencias similares a las nuestras y en ocasiones tenemos por costumbre discriminar, ellos no. También por instinto pueden llegar a matar, justo como nosotros, quienes somos los únicos seres vivos que podemos hacerlo intencionalmente. ¿Así los llamamos animales?

Es por eso que pienso que ellos vienen al mundo con una misión en especial. ¿Cuál, te preguntarás? La de hacer de este mundo, un mundo mejor, y enseñarnos en el corto tiempo que nos acompañan a ser mejores personas.

Nos encanta enfrentarnos los unos a los otros, desde pequeñas peleas a guerras continentales, ¿y así los catalogamos de coléricos?

Gozamos sentados en una arena viendo cómo matan cruelmente a un indefenso toro, ¿y así nosotros los llamamos salvajes?

Pienso que todo se resume en un ¿por qué? Necesitamos de 60 a más años para aprender a decir "por favor", "perdón", "te quiero". Ellos solo necesitan de días, ¿y así nos creemos superiores? Su inocencia no tiene precio.

No sé si este escrito se vea influenciado por la pequeña hijita que tengo, a la cual amo más que a mi vida. El punto es que, en ella veo a todas las mascotas que tuve… desde mi infancia hasta mi adolescencia, y ahora juventud. Simplemente creo que gracias a estos bellos animales, este es un mundo mejor.

Solo puedo terminar este escrito robando una frase de una conocida marca de productos para perros: “Somos lo que somos, por los perros”, y con un “Te amo Nikita”.



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domingo, 26 de febrero de 2012

¿Por qué me gusta tanto el tenis?

Debe ser una pregunta que se hacen muchas personas entre familiares y amistades. A quienes aburro contándoles de lo mucho que amo ese deporte y mi admiración por: Roger Federer en la rama de varones, y de María Sharapova en la que refiere a damas.

Nos remontamos al año 2001 o 2002 en que viendo televisión sintonice un partido del Us Open en ESPN. Aquella vez pude ver jugar a quien creo que es Jennifer Capriati (tenista estadounidense), así como otras tenistas. No recuerdo exactamente si la vi el mismo día, pero también vi algunos juegos de una de las hermanas Williams (quienes creo que son hombres por la fuerza que tienen). Sí, debo admitirlo… al comienzo me llamó la atención ver a las chicas jugar tenis, sin ser malo no a las Williams; pero, bueno… En el año 2004 se empezó a hablar de una joven rusa, quien estaba siendo la sorpresa en el torneo de Wimbledon -el más prestigioso del tenis en la elegante Londres - María Sharapova.

Asimismo, se hablaba de un tenista suizo, ya situado como número uno del mundo, quien estaba destinado a obtener un nuevo Grand Slam… era Roger Federer. Para mi suerte, aunque no recuerdo bien… ESPN transmitía algunos partidos y también lo hacia CMD con unos comentarios super aburridos, pero al fin y al cabo… lo que hacía era levantarme muy temprano-por la diferencia de horarios- para ver los partidos en vivo de Maria Sharapova.

Sí, lo admito seguía viendo el tenis por las chicas (sobre todo por María), pero ya no era solo eso… admiraba el juego y la garra que le ponía la rusa a su juego. Como lograba hacer puntos soñados y perdía puntos tontos por su inexperiencia en instancias finales de un torneo tan importante. No recuerdo si fue la semifinal o el partido de cuartos de final (el primero que vi de Federer), pero ese día me enamore del tenis, la simpleza y la elegancia con la que jugaba el suizo era increíble, realmente cuando estaba a su máximo nivel parecía imposible hacerle competencia.

Lo genial de este deporte es que al jugarlo sola o solo, tienes que tener gran disciplina para saber cómo moverte en el campo y que golpes elegir, así como tener gran fortaleza mental… estos puntos me sirvieron bastante, pero bastante personalmente pues aprendí a ser más correcto y educado (todos sabemos cuándo debemos de serlo, yo no lo era siempre) y a tener una personalidad y carácter mucho más fuerte y equilibrado del que tenía en ese entonces. Además si todo dependía de cómo tenias la cabeza ese día, siendo el último del ranking puedes ganarle al número uno del mundo en esos días que te salen todo… otro punto a favor es que no hay límite de tiempo y gracias a eso he gozado de partidos que en unos años serán históricos.

Ese año como bien relato fue especial, porque vi campeonar a los que aún son para mí dos personas, que tienen toda mi admiración: Sharapova y Federer. Es obvio que ellos merecen un escrito especial.

Ah por cierto, es el primer deporte que vi sin conocer ni un 1% de sus reglas o sistema y del cual aprendí todo…, todo lo aprendí viendo partidos o con las enseñanzas de los excelentes relatores y comentaristas de ESPN, que ahora se hacen escuchar en pocas ocasiones.



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miércoles, 22 de febrero de 2012

Forzaré a mi mente a olvidarte, después te perderé de vista, y mi mundo se terminará

Hace mucho que quiero escribir, la intención permanece latente, tanto así como la flojera que me daba tomar un lápiz o prender la laptop para redactar lo que en esos momentos de inspiración me dictaba la mente. Han pasado cinco meses desde mi último post, 2 días también y he pensado que debo afrontar mi responsabilidad de blogger y asumirla, escribiré.

El título tiene una razón. Desde diversos puntos de vista puedo mencionar esa frase nombrada por Espartaco. El orden es de mi estilo, significa que para la persona regular con un C.I superior a 90, no hay orden.

1.- El desamor, puede que por una ruptura sentimental o el adiós a esa pareja que te acompaño tanto tiempo. Entra también el ignorar a la otra u otro, arma mortal en este tipo de situaciones. Muchas personas se deprimen y lloran ríos de sal, quizás por eso el “mi mundo se terminará”.

2.- La amistad que se acaba, esos amigos que puedes contar con los dedos de una mano o hasta con las falanges de tu dedo más gordo. Cuando los pierdes o fuerzas perderlos a veces el orgullo te ciega y finalmente te das cuenta que sin esa media naranja amical tu vida no será la misma.

3.- El familiar que se va, sean de sangre o no, algunos prefieren olvidar por completo para eliminar cualquier rastro que pueda abrir esos huecos que nos dejan en el corazón la partida de un ser querido. Más pienso que nunca se podrá perderlos de vista ni logrará acabar con nuestro mundo, pues de quererlos tanto como pensamos debemos vivir justamente para que ellos sigan vivos en nosotros.

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martes, 20 de septiembre de 2011

Bajo y Alto se equilibraron

Fue un dos de septiembre y fueron 2 goles los que hizo Perú a Bolivia, también fueron 2 goles los que recibimos los incaicos. El renovado Estadio Nacional iba a despedir a la selección con un último amistoso contra los altiplánicos, que demostraron un buen sistema de juego, el mismo con el que complicaron a muchas selecciones en la Copa América pasada, incluida la anfitriona Argentina.

Compré las entradas unos días antes, sin pensarlo. Fui al Jockey Plaza a buscar a todas las tiendas por departamentos, información sobre maquinarias –para un trabajo de universidad-. Dentro de Plaza Vea, vi el modulo de Tu Entrada y pensé en llamar a mi papá y preguntarle si le gustaría ir al Estadio para ver a Pizarro, Farfán, Vargas (finalmente no jugó por el fallecimiento de su abuelito) y nuestros demás muchachos; su respuesta fue afirmativa y la tribuna escogida fue Norte-Occidente.

Ya estamos en el viernes 2 se septiembre, antes de salir le pregunté a mi papá si quería ir con la camiseta (había comprado la retro en homenaje a México 70 y tenía otra blanquiroja), me dijo: “no…mucha huevada, así está bien””. Yo, como todo hincha a muerte que soy de la selección y de mi país me puse la nueva camiseta que compré y caminamos hasta la av. Benavides.

Le dije que debíamos entrar por la puerta 10 u once, en la calle o avenida José Díaz, pero el taxi nos llevó hasta Paseo de la República, tuvimos que cruzar por un puente antes de 28 de Julio y luego darnos un vueltón porque la cola de ese lado era para Sur y Oriente… cuando le reclamé algo fastidiado por la caminata que nos quedaba, me dijo tranquilamente y de forma algo cachosa que caminar es saludable, de paso me contaba que el Parque de las Aguas, antes no era cercado y se transitaba fácil, en cambio ahora como está todo cerrado, tuvimos que caminar por el perímetro del parque.

Finalmente, tras pasar a muchas personas que iban al estadio, así como compradores, revendedores y ambulantes que vendían productos como camisetas, etc… llegamos a la calle que nos llevaba a las diferentes entradas, algunas de esas la 10 y 11. Al centro de la calle, había un inflable (como esos de donde salen los jugadores en los partidos), el inicio de este estaba adornado con globos y el recorrido del inflable era como de una cuadra, lo sé porque ambos pasamos por ahí. Todos los “mortales” pasaban por los lados (vereda), la verdad que no sé como pasamos por el túnel (pista) porque estaba cercado y además había mucha seguridad…pero mi papá habló con uno de ellos y entramos al túnel. Todo el recorrido lo tuve que hacer con el cuello de lado, porque era algo bajo.

Cuando salimos, a ambos lados había harta gente con globos, gorros, caras pintadas y todos con la camiseta de la selección… animándonos a mi papá y a mi… era como la alfombra roja de los Oscar, solo que nos encontrábamos en la pista y en lugar de las cámaras era harta gente hinchando por nosotros. Ese recorrido también fue de una cuadra y mi papá gritaba cosas como: “Arriba Perú!”(Riéndose), yo sí me encontraba algo avergonzado y a raíz de mi alergia entre cogiéndome la nariz (tapándome la nariz-costumbre que tengo por mi alergia a la humedad o el frío-), atiné a mover el otro brazo y gritar también de cuando en cuando riéndome de lo que pasaba. Volteaba seguido a ver si otras personas también pasaban y nada… solo estuvimos él y yo. Imagino ese momento fue un momento “Canon” y “Kodak” para ambos.

Tras pasar todo eso, me dijo que seguro la selección llegaba por ahí. Nos dirigimos a la puerta exterior 10 y nos dijeron que pasáramos a la 11, tremenda fila que había y no nos quedo otra más que esquivar los recuerdos de los caballos y esperar a entrar, hicimos una cola, dos por momentos. Vieron que nuestros tickets eran válidos y lo que me molesta: la revisión por si llevas algo, ya tuve una mala experiencia donde casi me voy a golpes con un VIP por eso, seguramente él salía perdiendo… Entramos y como si fuese una cosa de locos, las personas empezaron a correr directamente a la entrada (esta vez del estadio) número 11, le dije a mi papá para ir más tranquilos hasta la 10 donde la gente no se mataba por entrar. Tras entregar los pases a los VIP, cada uno corrió por un lado de la escalera, emocionados por ver la nueva cara del Estadio Nacional, y que cara!


Fue genial ver la pista atlética azul (tan criticada, mas no importa…el azul es mi color favorito y le da un toque de elegancia), tribunas techadas en su totalidad, la nueva torre norte, los palcos, los asientos en todas las gradas (aunque sucios como en el Monumental), y sobre todo la cancha!!! (que era una alfombra). Nos sentamos en una buena ubicación y quedaba más de hora y media para el inicio del partido. Me comentó que hace tiempo no iba al estadio (la última vez fue un empate con Venezuela, que yo recuerde). Con el pasar del tiempo, iban prendiendo las luces y es cierto lo que dicen, “parece como si fuese de día”, son de primer nivel, tal como lo dijo Woodman en muchas declaraciones a la prensa. Por cierto, la cancha se ve chiquita!, parece una canchita de fulbito!

Me contó también experiencias con mi abuelito en el estadio, los partidos a los que fue y los jugadores a los que vio, el coloso estaba recontra cambiado a su parecer.


Se escuchaba la música de Perú Campeón y otra similar, mostraban imágenes del programa Combate de ATV y luego a personas del estadio haciendo lo suyo, esperando por el inicio del partido. Tenemos ahora dos pantallas, una en sur y otra en norte.


Y salió Bolivia!, pifias para ellos pensaron muchos y así fue. Empezaron a calentar en el lado norte, Perú haría lo propio en sur, obviamente… cuando los muchachos dirigidos por el Mago salieron a la cancha, empezaron las primeras olas de la noche, partieron de sur, tuvieron problemas por oriente, que luego fueron superados…tanto así que ya me reía de las olas porque parecían interminables, mi papá las siguió por un rato y luego le llegó al “huevo”. Era impresionante ver a jugadores de la talla de Pizarro y Farfán, tan de cerca (sin menospreciar al resto), realmente tenemos todo para ganar, solo nos queda luchar todos los partidos.

Para abreviar las cosas, ambas escuadras fueron a vestuarios, faltaba poco para el inicio del encuentro, ya había expectativa en casi todos los presentes y muchos nos parábamos de rato en rato a ver si ya salían los jugadores.

Salieron!!! Empezamos a gritar y alentar a Perú, el himno de la FIFA Fair Play, se escuchó un poco después, aunque algo bajo, porque todos apoyábamos al mejor país del mundo. Quería cantar el himno, pero lamentablemente no lo hicieron… será para el 7 de octubre, partido al que espero ir. Pizarro escogió la cancha del lado sur para empezar, minutos después (de angustia por el empate, seriamos testigos de tremendo gol) inicio el partido. Pitazo de inicio y el partido parecía muy peleado en la mitad de la cancha o hasta 3/4s. Fue así que a los 5 minutos, sí 5, nos hicieron un gol por una desconcentración de la defensa. Nos quedamos con una expresión, de : qué? Gol? Afortunadamente, luego de algunos insultos nada productivos a nuestros jugadores por parte de algunas personas, todos apoyamos a Perú con cantos que reclamaban un justo empate.

Se la lleva Cruzado, la pasa al zorro, Aguirreeee GOL!!!!, noooo no fue GOL! Fue en la red, mi papá vio el gol y saltó, falsa alarma… pero era presagio de lo que estaba por camino. Una mujer en sus 40 con su hijo, criticaba a Claudio por cuidarse el poto y arreglarse el cabello… Pasa que apenas le daban un pase, era marcado por muchos jugadores y el debía bajar a buscar la pelota, situación que en el Werder Bremen es extraordinaria para él, pues su labor allá es mantenerse arriba y hacer goles.



Pasaban los minutos y nos acercábamos al final del primer tiempo, con mi papá criticábamos como siempre, la labor de Cruzado en el campo, siempre nos preguntamos por qué el Mago lo pone de titular. Cerca a los 45 minutos, Cruzado y el Mago nos callarían la boca. Pizarro salta en el área, cabecea y cae, el arquero estaba medio adelantado y Cruzado ve el rebote, patea sin pensarlo mucho y juro que vi el gol en cámara lenta, GOL!!! Empecé a saltar y a gritar GOL!!!, mi papá también y se reía de la alegría, me dijo : lástima que no hay repetición como en la tele; es cierto.

Empezaron nuevamente los OLES y los cánticos con lindas dedicatorias a los bolivianos, fin del primer tiempo y ahora a esperar 15 minutos. Estaba seguro de que obtendríamos un buen resultado, nunca dudé de la selección, pero si estaba preocupado por esa falla en defensa que no podemos tener en las eliminatorias. Los 15 minutos se fueron en dos líneas, de este escrito, y ahora Perú atacaría de norte a sur.

Segundo tiempo igual de peleado, aunque por ratos cabe decirlo. Markarián cambió la formación e hizo algunas sustituciones que ayudaron al equipo a ser más ofensivo, Claudio ya no estaba tan solo y fue un 2do tiempo genial para él. Cabe recordar, que en el primer tiempo pude apoyarlo de cerca a él y a Jefferson en un corner, espero me hayan escuchado a mí y a todos los que damos la vida por la blanquiroja.

Siéntate cabezón!, tapas toda la cancha!, le gritó mi papá a un hombre en sus 50, tanto un chico de mi edad a su lado, como yo a su izquierda nos empezamos a matar de risa… pasa que a veces se levantaba y se creía invisible y es verdad, no dejaba ver muy bien que digamos.

Butrón sal,sal Butrón! Butrón!!! GOL!!! Boliviano. De buena contra, Bolivia nos marcó el 2do gol, empezaron a sumarse los insultos a los bolivianos y a los suplentes de ese país, que calentaban cerca de nuestra tribuna, también unos silbidos chistosos para un enano con el cabello pintado de rubio que pudo entrar en el partido de vuelta, por ser reclamado en La Paz.

Minutos después de sufrimiento y en los que ya estaba afónico, Claudio corre a un balón que parecía que se iba del campo, hace la finta y PENAL! Pizarro saca la lengua, como quién sabe realizó algo malo y el mismo fue por el balón a prepararse para los 12 pasos.

Una gran mochila, pesaba sobre sus hombros y una gran responsabilidad… muchos dicen un penal es fácil pero con tanta presión encima, no lo es. Tocan el pito, Claudio va tranquilo, le pega y GOL!!!!, grabé el GOL con mi celular y salté igual que en el primer gol, mi papá estuvo más tranquilo, seguramente confiado de que no lo fallaría.

Por ahí tuvimos unas, por ahí ellos tuvieron otras y termino el partido. Ir al estadio con tu padre a ver al equipo que más amas en el mundo, no tiene precio. La revancha se daría en La Paz y obtuvimos un punto.

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lunes, 25 de julio de 2011

10k

La carrera empezaba y era un domingo por la mañana. A las 7:30 salí de casa con el polo de la competencia y el “kit” en mano. Decidí ir en taxi, seguramente todo alrededor estaría copado y tardaría demasiado en encontrar un sitio donde estacionar y en caminar hasta el punto de encuentro de los corredores.

En la avenida Ayacucho todavía no pasaban muchos carros por la hora que era, hasta que un taxi con pasajeros se detuvo, un chico de copiloto y un señor con una chica atrás, me preguntaron si iba a la maratón y se ofrecieron a jalarme, “oh,gracias”, dije y subí al taxi. Tras contar eso a algunas personas, casi todos me tildaron de loco pues ninguno de ellos llevaba puesto un polo de la competencia y además eran totalmente desconocidos para mi, decían entre muchas cosas que podían secuestrarme o hasta matarme. Dentro del taxi converse con ellos y me dijeron que “nosotros”(el señor y la chica) iban de sapos a correr y que solo el chico de adelante había pagado, al parecer me encontraba al lado de la hija del señor de la izquierda y hermana del chico de adelante. En corto tiempo estábamos cerca del Pentagonito. Me despedí de ellos al bajar, agradeciendo nuevamente y me fui a estirar y a colocar el chip en las zapatillas como hacían todos en el gras.

Busque desesperadamente tomar harto Powerade porque habían recomendado hidratarse bastante un día antes y no lo hice, solo pude tomar 2 vasos tras una cola y caminar hacia el punto de partida de la carrera, que a decir verdad para mi fue muy lejano, tanto asi que dicen que del primero en partir al último de la 10k pasaron 16 minutos, aunque creo que eso es falso…Solo sé que yo me encontraba biennnn lejos porque habían personas que empujaban y se desesperaban por ir adelante, yo los dejaba pasar…total igual iba a llegar a la meta.

Mientras esperábamos largooo rato, arriba de la partida se encontraba una chica y un chico animando a la gente a estirar, a correr, a gritar…mientras yo escuchaba música y me concentraba pues mi practica para la maratón había sido de solo tres días, cuando pensé en entrenar por lo menos un mes, cosa que no hice. Vimos llegar gente de la escuela militar y de otras instituciones también, mientras esperábamos el pitazo o corneta finalmente de partida.

Finalmente a las 8:30 sonó una corneta, harto papel verde y blanco volaba. Algunos empezaron a “correr por sus vidas”, algunos empujaban y otros trotaban, como hacía yo. Había leído algo sobre guardar energías y que era mejor empezar de menos a más hasta agarrar un ritmo y tratar de mantenerlo en toda la maratón. También leí que algunas personas que iniciaban la maratón corriendo a toda velocidad, no lograban terminarla. Consejos leídos en el manual de la maratón, que todo ñoño leí con bastante atención.

La verdad, que en mis tres días de entrenamiento pensé haber llegado por lo menos uno de esos al kilometro y medio o dos kilómetros…el punto es que en esta ocasión el primer kilometro se hizo eternoooo y te mostraban cada kilometro con un numero inmenso, seguido de una K.

Me dije: “ya hice uno puedo hacer otro más”, así sucedió en los siguientes dos kilómetros. En el cuarto kilometro, realmente necesitaba descansar, ya había hecho unos ligeros cambios de ritmo para pasar a algunas personas a las que alcanzaba e iban a paso lento, también había visto que los pasadores de mi zapatilla derecha se habían desamarrado, y los de la izquierda (donde se encontraba el chip) estaban rumbo a hacerlo. Me dije, que tal vez había sido suficiente y que era todo lo que podía dar, total…no tenía ninguna obligación, pero no…¡debía seguir! Me había prometido terminar esa carrera, y además tenía algunas personas contaditas que confiaban en mi y no podía defraudarlos, también tuve mi grupo de opositores que me deseaban lo peor y se burlaban de mis metas. Por cierto, mi meta fue llegar en el “tercio superior”, es decir “si somos 900 participantes, llegar entre los primeros 300”, ¡meta que supere de lejos!

Entre el kilometro 4 y 5 vi un grupo de chicas y chicos entregando vasos con Powerade a los corredores, algunos paraban a tomar y otros tomaban mientras corrían y tiraban los vasos al piso, siempre me imagine haciendo eso y lo veía gracioso, aunque la verdad, todo alrededor termino biennn sucio. Fue así que pedí un vaso, lo tome mientras seguía corriendo y la mitad del contenido se caía por mi mentón hacia mi polo (un poquito asqueroso el comentario, pero así sucedió), tuve que cambiar de ritmo y casi caminar, tomarlo…tirarlo al piso y seguir trotando(seguía sin detenerme). Al rato empecé a sentir ganas de vomitar, tal vez porque los cables de los audífonos del MP4 rosaban mi garganta…me concentre en la carrera y trataba de no pensar en eso…aunque con el tiempo la sensación se tornaba peor y peor.

Cerca al kilometro 7, antes de cruzar la avenida Aviación y pasando un colegio o instituto que recuerde…un chico estaba rodeado de polícias y efectivos de serenazgo, parecía que ya no daba más, otro estaba tirado algo más allá siendo cuidado por un serenazgo, una señorita también con su spray ayudaba a los que lo necesitaban. Al cruzar la avenida Aviación, regresando ya al Pentagonito una señora tenía un cartel que decía: “tú puedes”, seguro era para todos pero igual quise agradecerle e hice lo que pude, porque la verdad estaba muyyyy cansado y no sé si habrá logrado entenderme. También empezaron a aparecer personas que daban ánimos mientras nos veían correr y a algunos correr con sufrimiento como lo estaba haciendo yo.

Llegue al kilometro 7 y un señor me advirtió que ya mis dos pasadores estaban desamarrados, tenía que en algún momento parar y amarrarlos pues podía caerme y mandar al tacho todo lo que ya había logrado, pensé nuevamente en detenerme ahí y volver a casa. Seguí corriendo y decidí parar luego de correr un poco más rápido para que “no me saquen mucha ventaja”, tuve que agacharme para amarrar ambas zapatillas, lo hice y al pararme sentí un dolor horrible en las piernas, muy doloroso(fue la única vez que pare de correr a lo largo de la carrera). Moví los cables del MP4 para que no rosen mi garganta y no siga con las ganas de vomitar, di un paso y empecé nuevamente a correr.

Nuevamente chicas y chicos entregando vasos de Powerade, tome uno más, lo tire al piso y seguí corriendo, a lo lejos ya tras pasar el kilometro 8, divisaba el 9 en grande, sabía que estaba cerca y ya había más gente apoyando en las calles.
Ya se veía “El Pentagonito”, cuando estábamos llegando y pasé por el kilometro 9, una banda empezó a tocar “Eye of the Tiger”, casi todos los que pasamos por la banda, empezamos a correr con más velocidad, era ya el último esfuerzo y ya podía ver la meta, corrí con pasos más largos para tratar de pasar a todos los que podía y la gente desde los lados animaba, tomaba fotos y gritaba de emoción, finalmente tras 58 minutos y un poco más, cruce la meta.

Lo primero que hice fue una expresión de ¡bien!, ¡lo hice!, no recuerdo si dije un “si,carajo” o un “bien mierda”, pero sí recuerdo que celebre de alguna forma el haber terminado la carrera, finalmente empecé a caminar y me dirigí a la entrega de medallas, no… no llegue en los primeros puestos, pero todos recibimos una medalla simbólica, la cual por cierto en estos momentos “no sé dónde está”, debe estar por ahí en el cuarto…

Una vez recibida la medalla, debíamos caminar por un amplio corredor para recibir unas botellas de Powerade, así como frutas de Vivanda, productos de Otto Kunz y de otras empresas, etc… Primero pase por las Powerade, tome dos botellas, aún conservo una de ese día, la que traje a casa, pues la primera la tomé rápidamente (lo que me costó un resfrío porque estaba helada).

Me percaté de que mucha gente estiraba y yo estaba tranquilo, cuando sentí que mis dos piernas se acalambraban al mismo tiempo, ahhh… me senté en el pasto y estiré ambas piernas, luego una por una… al rato seguí caminando para tomar más productos que entregaban de cortesía jeje.

Con algunos productos en mano, caminaba hacia la avenida Primavera para tomar un taxi, me encontré con la familia que me jaló, el chico me dijo que llegando a la meta vomitó, le conté que estuve a punto, hablamos un rato más y me despedí de él y de sus creo yo familiares. Intentaba tomar taxi mientras caminaba, pero todos pasaban con pasajeros, miles de carros estaban estacionados en los lugares menos pensados. Hasta que llegue a la avenida Primavera, tomé un taxi y el joven taxista me preguntaba con emoción por la maratón, le conté todo lo que pude, mientras llegaba a casa.

Una vez en casa pude “presumir” de mi medalla, no de primer, segundo o tercer puesto, para mí supera todo eso porque fue la meta que me trace y logré hacerlo.

domingo, 24 de julio de 2011

Hay tanta gente en la calle

Era el cruce de la av. Benavides con Panamá, tomé un bus rojo que iba en dirección a San Isidro. Tras subir al ya antiguo bus, me dirigí a un asiento que estaba al lado derecho (opuesto al conductor) y a unos cuatro o cinco asientos de la puerta de salida.

En el corto trayecto que tenía, ya que me dirigía hasta el Banco de Crédito o la F.C.C.T.P, pasaron dos cosas que no veo todos los días y que me dejaron pensando bastante. Fueron cosas que para algunos pueden carecer de importancia o valía, es obvio que si escribo acerca de eso…se debe a que de cierta forma tuvo algo que ha captado mi atención.

Ya sentado, solo en un asiento doble veo que al frente, un asiento personal más adelante se encontraba una señora que parecía estar riendo o contenta por lo sobresaliente de su pómulo derecho, al parecer o se apoyaba sobre algún objeto o recostaba su cabeza sobre la ventana.

Me preparaba como de costumbre en sacar mi MP4 y escuchar música, lo encendí y me percaté que la señora tenía un pequeño cachorro negro al cual besaba como si fuese su hijo y lo abrazaba con ternura. Lo extraño aquí fue que no era un cachorro de “carne y hueso”, era un peluche. Pensé en por qué lo hacía, tal vez tuvo un perrito al que quería mucho y ya partió al cielo o es el juguete de algún hijito o hijita…no sé…el punto es que me pareció muy tierna la señora haciendo eso y nunca sabré por qué lo hacía, debería preguntar ¿no? Total, que puedo perder…un insulto o una respuesta cordial.

La señora se bajó en Angamos y la seguí con la mirada, seguía entregándole mucho cariño al peluche. Cambio la luz del semáforo y avanzamos, culminando o iniciando ACE se encontraba un “loquito”, muchas veces más cuerdo que algunos “sanos”, rodeado de bolsas amarillas de Metro. Tenía exactamente 6 a cada lado, colocadas ordenadamente en 2 filas de 3 bolsas. Pude ver que cada vez juntaba más las bolsas a su cuerpo y pensé: “ja, pero que loco…que hace con esas bolsitas, lo pueden botar los abusivos de los vigilantes”…

Me di cuenta que fui un tonto, por juzgarlo de loco…ese día sentí mucho frío y eso que no soy friolento, al no tener con que abrigarse encontró algo con lo que podía…y yo lo tildaba de loco, por más que tenía la “pinta” como se dice… Justamente cuando pasaba con el bus, frente suyo estaban unos señores intercambiando billetes, en no más de 5 metros se veían dos realidades totalmente distintas en un mismo sitio con ingentes diferencias en todo sentido también.

Ahora, no sé por qué me sentí mal, realmente mal…casi vuelvo a mi casa a seguir lamentándome por algo que seguramente no tenía que… pero al ver esa escena pensé en como a veces gastamos plata en tonteras o por vanidad, cuando personas con los mismos derechos que nosotros, que deberían también de gozar de lo mismo que nosotros, llevan esa vida. Sí, puede que algunos busquen ese estilo de vida, pero algunos merecen una segunda oportunidad de la sociedad, el no ser marginado sin antes conocer y dejar esas estúpidas “etiquetas” que colocan algunos a lo desconocido, pero cercano.