martes, 9 de junio de 2009

Camino a conocer a 'Las Brujas de Cachiche'

En Ica caía la noche…el atardecer que con sus tonalidad vino-tinto, entre otras, se iba para darle paso a un manto celeste que minuto a minuto se iba tiñendo de negro, hasta que le cayeron manchas blancas que salpicaban e iluminaban el despejado cielo sureño.

Un sábado, en una ciudad que despierta a tempranas horas del día, por no decir madrugada; una ciudad cuya plaza es punto de reunión exclusivo, tanto para citadinos, como turistas que deciden donde ‘pasarla bien’, disfrutando de un pisco, vino ;entre otras bebidas alcohólicas que ayuden a paliar el frió que azota las noches de tan hospitalaria ciudad.

La plaza esta caracterizada por tener en su perímetro lo que desde el cielo se vería como ‘tajadores amarillos’, me refiero a los famosos ‘tico’…Uno de estos fue el debí ocupar con mis acompañantes para adentrarnos a un sitio místico y muy famoso en Ica: el pueblo de Cachiche, famoso ¿por qué? por sus brujas ¿brujas? si, brujas.

Fue a un señor en sus 30 o inicios de 40, de gafas y de apariencia de ser honesto y humilde, al que le preguntamos como llegar a Cachiche. ‘Es alejado’, nos dijo, a lo que agrego: ‘Puedo llevarlos, quedarnos un rato y traerlos de regreso a la Plaza, ya es de noche y no es muy seguro’…Y así fue, todo por el ‘módico’ precio de 10 soles que incluía ambos viajes, el de ida y quién sabe si el de retorno.

A uno siempre le dicen de pequeño: ‘desconfía de los demás’, ‘¡ten cuidado!’, ‘no hables con extraños’; entre otras cosas; hicimos caso omiso a las advertencias de nuestros padres y la verdad que tuvimos suerte. Al ser nuevos en la ciudad, dirigiéndonos a sitios que ni conocíamos, que a cualquiera le daría una sensación de preocupación o de cierta desconfianza, salimos ‘sanos y salvos’. El ‘viaje’ hasta el pueblo de Cachiche duro 10 minutos, más 5 minutos adentrándonos en una trocha rodeada de áreas verdes que con poca luz le daban un aspecto terrorífico al sitio, disfrutado por unos y temidos por otros.

Tras pasar por áreas poco iluminadas (como ya mencione) y casas muy humildes (que fueron las que sufrieron con mayor intensidad el ultimo terremoto al sur del país), llegamos a la famosa estatua de la ‘Bruja de Cachiche’, era hora de desocupar el taxi y estirarnos un poco; el chofer del mismo, nos indico donde se encontraba la estatua, en una rama del árbol…A nuestro alrededor, un pueblo casi fantasmal parecido al de la película’ Sleepy Hollow’,del gran director Tim Burton, adornaba los ‘atractivos turísticos’ del lugar.

Mientras las estrellas que tintineaban y la luna llena nos iluminaban, a falta de luz artificial en las calles cercanas; al lado de la trocha no llamo aún más la atención, tremenda estatua, es así como empezó la explicación:‘Jóvenes, como saben durante la Inquisición, acusaban a cualquiera de ser bruja, y esta estatua se dice que debe ser hecha en ‘honor’ a Doña Julia, una señora que fue acusada de bruja, que vivió hasta los 106 años, era bruja ‘blanca’ ah!,no piensen que negra ¿ qué quiere decir con bruja blanca? no era ‘malera’ ¿malera? No era mala.

Mientras tomábamos fotos en una oscuridad casi total, escuchábamos gemidos o sollozos a unos metros de donde nos encontrábamos, no estaba claro si eran de personas o de perros, lo raro es que con los ‘flash’ de las cámaras, no se veía cosas, a pesar del buen alcance de nuestras lentes, como los sonidos se hacían cada vez mas fuertes, lo que significa que más cercanos, ingresamos nuevamente al taxi.

Cabe agregar que contrario a lo que nos dijo, la profecía que nos contaría minutos después, fue para nada buena…y fue hecha por la misma Doña Julia, la supuesta bruja blanca.

Mientras avanzábamos en el taxi, cada vez el camino se hacia más pesado y más oscuro. Llegamos a una palmera que tenía una peculiaridad, era muy extraña…tenía siete cabezas, el taxista nos dijo que cada vez que aparecía la séptima: ‘la mochaban’, a lo que preguntamos ¿por qué? nos dijo que según una maldición o hechizo, si la séptima cabeza veía la luz, la ciudad quedaría ‘ahogada’, es decir por debajo del nivel del río. Mientras nos relataba la historia y tomábamos fotos, se acercaron corriendo muchos niños a contarnos la misma historia, claro que al invertir tiempo en nosotros, buscaban una remuneración económica ¡muy merecida!, que con gusto en lo posible, logramos cumplir. Tras enterarnos de las peculiaridades del sitio visitado, los niños repitieron la historia en un tono más fantasioso, mientras la más pequeña, nos decía: ¿mi plata?

Tras la sonrisa de nuestro ‘taxista-guía’, viendo como se emocionaban los niños al contarnos la misma historia, enrumbamos al hotel mientras nos enteramos que lamentablemente, la maldición de la séptima cabeza palmera se hizo realidad hace unos 10 u 11 años atrás porque el rió se desbordo, ocasionando miles de pérdidas en lo que refiero a lo económico, así que era por eso que cada vez que ‘asomaba’ la cabeza número siete, era quemada o cortada.

2 comentarios:

Eriana dijo...

Vaya que suerte que ya conoscas Cachiche, buen relato por cierto...

Carlo dijo...

Si me gusto mucho Cachiche,a pesar que para la mayoría de personas no sea lo máximo,gracias por lo de buen relato,es bueno saber que alguien lee lo que escribo xD